ATENCIÓN: ESTA REVIEW CONTIENE SPOILERS
Iron Fist lo tenía difícil. Mostrar la mitología de Puño de Hierro, traer una buena historia de orígenes, estar a la altura de sus predecesoras y dejar el camino preparado para 'Los Defensores' no es fácil, y se noto en su producción.
El rodaje de la serie estuvo lleno de problemas, ya que el equipo no sabía como enfocar la historia del personaje y por ello ha tenido un desarrollo difícil. Y aún así, todo ha salido mejor de lo que esperábamos.
Vayamos a una semana antes del estreno:
Las primera críticas de la serie -referidas a sus primeros seis capítulos- eran catastróficas, diciendo que su reparto carecía de carisma, su historia era predecible y las coreografías de acción no estaban a la altura. Ya no era que no alcanzara a Daredevil, Luke Cage o Jessica Jones, sino que ni se les acercaba.
Todo esto me causo miedo, pues además, días antes, habían confirmado que Finn Jones no portaría su traje ni veríamos a Shou-Lao, el dragón con el que se enfrenta Danny Rand para convertirse en Puño de Hierro; lo que me cabreó bastante, para que mentir.
Viernes 17 de Marzo, 16:00 de la tarde:
Llego a casa, dejo la mochila, preparo la comida y me siento a ver 'Iron Fist'. Sin revisar Twitter, sin hacer nada de nada, necesitaba ver con mis propios ojos si la serie merecía la pena o era una autentica decepción.
En los primeros minutos de serie ya vemos que su tono va a ser muy distinto a cualquier otro visto en las demás serie de Marvel-Netflix, mostrándonos a un protagonista y una cara de New York más alegre y optimista.
La primera conversación de Danny 'Ese es mi edificio', señalando Rand Industries, y la contestación 'Pues podrías venderlo y comprarte unos zapatos' ya nos muestra que la serie es "muy UCM" y desprende un tono simpático que me enganchó desde el principio
La historia de origen que nos muestran en la serie funciona perfectamente, usando un esquema visto en otras series, en el que vemos al protagonista volver a Nueva York y queriendo solucionar su regreso, para tener la vida que tenía antes.
Finn Jones no me convenció en un principio, pues quería a alguien con el pelo liso y sin barba,
alguien como al Iron Fist que conozco. Y estaba equivocado.
El actor interpreta perfectamente a Danny Rand, dónde vemos que a pesar de que haya sido entrenado durante años y sea sabio, sigue siendo un joven perdido que tiene que encontrar su destino.
El resto del reparto también hace grandes actuaciones, llevándose el premio Jessica Henwick por su papel de Colleen Wing, con quién empatizas desde el principio y aguanta el peso de la serie junto a Finn Jones.
Los encargados de interpretar a la familia Meachum también lo hacen bien -a pesar de las críticas- y aunque en un principio no sean los personajes más carismáticos del mundo, acabas entendiendo sus intenciones y actos.
Las escenas de acción de la serie -a pesar de que me gustaron más las de Daredevil- son muy creíbles y tiene muy buenos momentos.
De hecho, todas las de la temporada son bastante notables, a excepción de la primera, en la que con unos movimiento lentísimos, los guardias salen volando y te lo crees menos que David Goyer haciendo una buena película de Green Lantern.
Y hablemos de EL GIRO:
El mayor giro de la serie (y el único) es cuándo se nos revela que Colleen Wing pertenece a La Mano. Ahí es cuándo me di cuenta de que los críticos y yo no habíamos la misma serie. ¿En qué momento podíamos predecir este giro argumental?
Este cambio también viene acompañado de la revelación de que existen diferentes facciones dentro de La Mano, y mientras que unos hacen el mal libremente, otros fingen ser buenos, pero acaban teniendo las mismas intenciones que los otros.
Pero no todo en la serie es bueno, y es que tiene ciertos aspectos que no me han gustado:
La intro de la serie es la peor de todas, con un escaso apartado musical y una parte visual pobre, que no nos emociona de cara al capítulo.
Otra cosa, si no es mala necesariamente, tampoco ayuda al espectador, no mostrando un villano principal claro y ostentando ese puesto entre varias personas y organizaciones. Aún así, una vez se aclaran las cosas, va quedando más clara la cosa.
Y esto es todo. Iron Fist no es una serie desastrosa, de hecho, no es ni mala. Es una genial temporada con momentos memorables y que nos deja las puertas abiertas a 'Los Defensores', que se estrenará en unos meses.
Me gustaría que en los comentarios me dejaseis vuestra opinión de la serie y que debatamos un rato sobre ella.
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